Sea cual sea la estación, en vacaciones o durante todo el año, una visita al mercado es siempre un auténtico placer para los sentidos.
Bares, creperías, restaurantes tradicionales o bistronómicos... Junto al Castillo de Angers, ¡hay para todos los gustos y bolsillos!
El valle del Loir es una zona poco conocida, pero que sin duda merece una visita, ¡sobre todo si va en bicicleta!
Angers y sus alrededores, en la encrucijada de varias rutas ciclistas de largo recorrido, están repletos de importantes lugares turísticos.
¿Le apetece una cocina sencilla, sabrosa y responsable? En Angers, la gastronomía es todo un arte, y encontrará fácilmente lo que busca.
Desde hace algunos años, las paredes de Angers se cubren de obras de arte urbanas. Algunas son permanentes, otras efímeras.
Descubre los ríos de Angers...
¡Pasea por Angers en invierno y sal de ruta!