Angers, destino culinario

Caramandes

¡La gastronomía de Angers está a la altura de la dulzura angevina!

Un destino culinario bajo el signo de la calidad y de la diversidad

La bien conocida dulzura del clima y los conocimientos de los profesionales hacen que la región angevina sea famosa desde hace más de dos siglos por sus vegetales. Por ello, Angers, la capital de Anjou, es históricamente una zona importante de producción horticultora y vitícola.

Aunque Angers no dispone actualmente de una especialidad culinaria muy conocida, su gastronomía rebosa de una riqueza y de una diversidad incontestable en cuanto a vinos, productos, artesanos gastronómicos y chefs de cocina, quienes ensalzan los productos locales con pasión.

¿Y si probases algunas especialidades angevinas?

Angers, un centro gastronómico ya reconocido por Rabelais y Curnonsky, es un destino en el que se pueden descubrir y saborear numerosas especialidades: un pescado de agua dulce, el pollo a la angevina, la gouline, los rillauds, el paté con ciruelas, la pera Doyenné du Comice, el Crémet d’Anjou, los vinos de Anjou-Saumur… Tal vez no lo sepas, pero Angers también alberga empresas famosas: Cointreau y Giffard, dos emblemas de la gran historia angevina.

Saborear Angers, sencillamente

Ya sea para comer o para cenar, elije alguno de los numerosos restaurantes: en ellos, los chefs se afanan a diario para elevar los productos angevinos, para ensalzar su frescura, su origen, su calidad y su originalidad. Todo está al servicio de los mejores sabores y, por tanto, de los mejores recuerdos.

Durante el día, visita el Carré Cointreau y déjate guiar por la destilería auténtica, por el único lugar en el que se elabora este famoso licor: las preciadas cáscaras de naranja en su icónica botella y todos los conocimientos de esta empresa presente en todo el mundo estarán al alcance de tu mano. Amantes de los licores y los siropes, no podéis perderos la experiencia sensorial que ofrece L'Espace Menthe Pastille de Giffard, un lugar único dedicado a mostrar la historia y los conocimientos de la empresa.

Los más golosos podrán abrir en cualquier momento la puerta de la Boulangerie des Carmes para descubrir el paté con ciruelas, la de la Maison du Quernon para probar su bombón azul con la forma de los tejados angevinos, recubiertos de pizarra, o la de la Chocolaterie Benoit para saborear unos deliciosos Caramandes o bombones Menthe Pastille.

Para los hedonistas y los amantes del vino, disfrutar de una sesión de degustación es algo imprescindible. Puedes ir a la Maison des Vins, frente al castillo, o a las vinotecas y «caves à manger» de la ciudad.