La Oficina de Turismo de Angers le propone una entrada para 6.000 años de historia y patrimonio épicos, únicos en el mundo, que podrá vivir a su ritmo. ¿Es un trato? La historia puede empezar...
Del Neolítico a la Antigua Roma: la hora de las excavaciones
La historia de la ciudad no empezó con los duques de Anjou. En 1997, un equipo de arqueólogos trabajó durante varias semanas en el emplazamiento del castillo de Angers. Durante la excavación del Palacio Comtal, hicieron un descubrimiento increíble: un mojón neolítico que contenía una serie de cámaras funerarias. Prehistoria en estado puro, y un gran baile de alegría para todo el equipo.
Las excavaciones realizadas en la década de 1990 desenterraron varios tesoros, entre ellos un oppidum galo y un templo romano, testigos de la antigua ocupación de la zona. Estos vestigios pueden contemplarse durante la visita al castillo, ¡así que no deje de dirigirse a la zona arqueológica para disfrutar de ellos!
Siglo IX: barcos y sirenas de niebla
Esta vez, la amenaza viene del norte y llega en barco. Más decididos que nunca, los vikingos toman Angers y obligan a Carlos el Calvo, rey de Francia, a designar a un conde en la ciudad a fin de garantizar el buen orden. En su promontorio rocoso se coloca la primera piedra del castillo de Angers.
Siglo XII: dinastía y luchas de poder
¿Le suenan los nombres de Ricardo Corazón de León y Leonor de Aquitania? Convertidos en reyes de Inglaterra, los Plantagenets reinaron en Anjou y establecieron allí su poder. Bajo su influencia, se construyó un soberbio palacio comtal. El castillo antes del castillo. Sus impresionantes vestigios están hoy abiertos al público. Una visita obligada.
Siglo XIII: Desgarrado entre Francia e Inglaterra
Anjou fue objeto de envidias y se vio dividido entre los reinos de Francia e Inglaterra. Victoria de Francia en 1206. Temiendo la reanudación de las hostilidades, la reina Blanca de Castilla, entonces en el poder, construye lo que será el futuro castillo de Angers. 17 torres, una capilla y un jardín colgante: Una obra colosal.
A partir del siglo XIV: lujo, calma y placer
Una vez instalados en Angers, los duques de Anjou fomentan su amor por el arte, las bellas letras y la arquitectura, como ilustra el inmoderado Tapiz del Apocalipsis y su virtuosa narración de 103 metros. Un gusto por la buena vida y la cultura que marcaría para siempre el destino de Angers.
Siglo XVI: Decadencia y renacimiento
Abandonado para convertirse en una simple guarnición real, el castillo de Angers fue amenazado por Enrique III con ser simplemente arrasado. Su gobernador, Donadieu de Puycharic, se lo impidió, reurbanizando el edificio y dándole el aspecto que hoy conocemos.